Luego del rotundo fracaso en las
“novedosas” inscripciones on-line para el ciclo lectivo 2014, el gobierno
porteño, con las ideas agotadas ante el inminente papelón, intenta dar una
solución rápida para frenar el aluvión de reclamos y descontento general de las
miles de familias que exigen una educación para sus hijos.
Ya sin diplomacia ni recato, el
gabinete de Macri expresó simbólicamente lo que viene sucediendo
sistemáticamente durante su gobierno: mandar a la basura la educación, junto
con los espacios populares, el arte y la cultura. En lo que parece ser un
manotazo de ahogado para intentar contrarrestar la polémica generada por los 17
mil niños que se quedaron sin un lugar en los colegios porteños, tras la
implementación de un sistema de inscripción online, ahora se pretende cubrir
esas vacantes con aulas improvisadas dentro de containers.
Tal es la actualidad de las
magistrales respuestas del gobierno de la ciudad, ante una crisis educativa e
institucional que afecta, como citamos anteriormente a más de 17 mil chicos,
quienes aun no sé sabe si podrán comenzar las clases. De todas formas, desde el
gobierno recomiendan que preparen las carpetas: de una u otra forma, irán a parar
al container…