Este 24 de marzo se cumplieron 37
años del Golpe Cívico-Militar que usurpó el poder institucional y desplegó seis
años de persecución, tortura, homicidios y desapariciones, en la etapa de mayor
violencia en nuestra historia como país.
El golpe de estado que destituyó
a María Estela Martínez de Perón, instalando una dictadura autodenominada
"Proceso de Reorganización Nacional", llevó adelante la sucesión de
delitos y violaciones contra los derechos humanos más recordada en Argentina.
En base al asesinato sistemático,
el terror impuesto desde el propio Estado, a la férrea censura de prensa y la
violenta represión de cualquier reclamo político o social, los golpistas
cívico-militares desmantelaron prolijamente la estructura industrial argentina,
centrando su persecución en el movimiento obrero y el empresariado nacional.
Cómo símbolo de la memoria (o del
no olvido) nuestro pueblo adoptó la frase “Nunca Más”, citando el libro que
escribiera Ernesto Sábato, donde se adapta el formato del informe emitido por
la CONADEP que detalla las desapariciones ocurridas durante el proceso militar
en la década del 70 y principios de los ’80. Esta frase es referencial, además,
por haber sido citada en el Juicio a las Juntas como parte del discurso de
acusación del fiscal Julio Strassera: “Señores jueces: quiero renunciar
expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria.
Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el
pueblo argentino. Señores jueces: ¡nunca más!”.
Pero esta frase se resignificó a
través de la historia y comenzó a comprender una serie de sucesos que, como
sociedad, comenzamos a repudiar y a intentar no repetir, a descubrir y también
a no querer olvidar. Nunca más a las mentiras, a la censura, a la violencia, al
sin sentido y al dominio por la fuerza fomentando la ignorancia del pueblo.
Por la Ley 26.085, el Congreso de
la Nación incorporó el 24 de marzo como el `Día Nacional de la Memoria por la
Verdad y la Justicia`, entre los feriados previstos en el país. Sólo es un día.
Pero para los argentinos representa que nuestra memoria será el sello que nos
evite repetir los errores del pasado, y permitir que otros los cometan con
nosotros.
Un año más, y nuevamente, NUNCA
MÁS. En el sentido más abarcativo.