¡¿Otro romance de Bargalló?!
Humano es equivocarse. No puede
condenarse a un hombre por un error, eso es cierto.
Pero el tema que nos convoca es
superior a la comprensión y a la fuerza de voluntad. Cuando los errores dejan
de ser la excepción, y las acciones reprochables comienzan a formar parte de la
agenda cotidiana, nos vemos en la obligación de objetar y pedir un juicio de
valores ante quien nos enseña de moral y de justicia divina.
La mentira, el ocultamiento, el
acceso carnal, que implica la violación del voto de castidad y, además la
deshonestidad ante el voto de pobreza. Ante este prontuario debemos ser fieles
(a la verdad) y sumar la promiscuidad (o la gula).
El término “sodomita”, tantas
veces acuñado en las misas del ex Obispo, bien podría aplicarse a este caso,
donde la bajeza absoluta prima en la acción de Monseñor Fernando Bargalló.
En primera instancia se descubrio
al cura en una relación sentimental con una mujer divorciada, madre de su
ahijado; pero esta vez, los amoríos del padre no perdonaron ni al mismo cuerpo
eclesiástico. Una MONJA también fue presa
de su sotana, según confirmaron fuentes cercanas a la diócesis que presidió
hasta hace días. La religiosa pertenecía al convento
de Cuartel V (partido de Moreno) y su nombre es Mirta Sandra Coronel.
Los indicios de esta noticia
habrían sido publicados por el medio digital MerloGBA, el 21 de junio pasado;
pero luego fueron confirmados por distintos medios periodísticos.
Otra desagradable
sorpresa que nos revela el destituido cura cariñoso. La galería de los pecados,
que hoy, expone una de sus obras más siniestras.
