En
la desesperación por llegar, el concejal de la agrupación Grande Merlo Gustavo
Menendez, está empecinado en recibir apoyos y sumar militantes sin fijarse
mucho de donde vienen, que tienen para ofrecer o cual es su currículum (a mas
de uno en realidad lo que le pesa es el prontuario), y en esa montaña rusa en
la que esta subido… corre riesgos que le pueden traer serias consecuencias.
La
marginalidad de varios de los miembros de su agrupación, donde el tema drogas
es algo de todos los días, tiene su parte mas profesional en contactos amasados
hace tiempo y bien lejos. Gustavo Menendez vivió en Mexico, más precisamente
fue la noche mexicana la que lo cautivó y le dio de comer durante su estadía en
el país azteca. Hoy nuevamente se muestra junto a su vieja amiga Carla Herrera
Belkis, una hija de militantes, candidata a Diputada Nacional en la última
elección de Carlos Menem, aunque después pasó al equipo de Kohan. Su pareja,
también activo militante, fue Consejero del Partido Acción Nacional para el
Presidente Fox. Aunque, esta es la parte más “publicable” del currículum. A
Belkis se la señaló en numerosas oportunidades como mediadora entre los
cárteles del Golfo y de Sinaloa, principales organizaciones armadas de este
país dedicadas al narcotráfico, y los grupos organizados que en nuestro país
llevan adelante tareas similares.
Hoy
estas amistades cultivadas cuando trabajaba en la noche mexicana, son quienes
buscan financiar su aventura política. Entonces, cuando por ejemplo se ve que
su secretario Fernando Rossi es un confeso adicto y dealer en el populoso
barrio del Parque San Martín, y Menendez lo sigue manteniendo en su cargo uno
entiende que nada esta suelto, y que el riesgo de que células de los carteles
de narcotraficantes mas peligrosos del mundo se instalen en Merlo no sería con
Menendez un cuento de ciencia ficción